HACIA
EL WALHALLA
En el bochorno de la tarde olímpica,
los bosques crujen por la sed mordidos,
do un lago occidental la apopejlía
En el bochorno de la tarde olímpica,
los bosques crujen por la sed mordidos,
do un lago occidental la apopejlía
del sol refresca en su cristal marchito sueñan su amor cien bardos paladines palpitantes los petos como liras
que los corazones pulsan tristes
mientras su sueño trágico vigilan...
Cual si en su fiebre el cielo hubiese hecho
estallar el cerebro de los montes
como un tropel de ideas, cien guerreros, la pesadilla cruzan de los bosques.
Galopan en corceles, y sus lanzas,
que cual lenguas sedientas se enrojecen
en los mirajes de la tarde, avanzan
y en los dormidos corazones hiéndense.
Los corceles en ellos su sed sacian
con las lanzas al par, como en teñidas
fuentes que abrió el instinto en sus zarpadas
bajo el maraño de las mallas finas.
En un sueño de fiebre cabecea
y se hunde, rojo, el sol en el ocaso,
mientras hacia él galopa la sangrienta
sed voraz de las lanzas tintineando...
Anochece en la selva; los murmurios
de las auras salmodian por los muertos,
y el sol; quien sabe en qué horizonte obscuro
como un inmenso corazón se ha abierto
para verter sus glóbulos -los astros-
sobre un tapiz de sombras errabundas,
y luego de sus penas desangrado
aparecer cadaver hecho luna.
Bajo el claro de luna las pupilas
yertas, reflejan su asombro impreso:
una fuga de potros por la Umbría,
donde el fragor de los aceros tiembla.
que los corazones pulsan tristes
mientras su sueño trágico vigilan...
Cual si en su fiebre el cielo hubiese hecho
estallar el cerebro de los montes
como un tropel de ideas, cien guerreros, la pesadilla cruzan de los bosques.
Galopan en corceles, y sus lanzas,
que cual lenguas sedientas se enrojecen
en los mirajes de la tarde, avanzan
y en los dormidos corazones hiéndense.
Los corceles en ellos su sed sacian
con las lanzas al par, como en teñidas
fuentes que abrió el instinto en sus zarpadas
bajo el maraño de las mallas finas.
En un sueño de fiebre cabecea
y se hunde, rojo, el sol en el ocaso,
mientras hacia él galopa la sangrienta
sed voraz de las lanzas tintineando...
Anochece en la selva; los murmurios
de las auras salmodian por los muertos,
y el sol; quien sabe en qué horizonte obscuro
como un inmenso corazón se ha abierto
para verter sus glóbulos -los astros-
sobre un tapiz de sombras errabundas,
y luego de sus penas desangrado
aparecer cadaver hecho luna.
Bajo el claro de luna las pupilas
yertas, reflejan su asombro impreso:
una fuga de potros por la Umbría,
donde el fragor de los aceros tiembla.
José María César
WALHALLA: En la mitología germánica, especie de Olimpo griego al que solo podían acceder los guerreros y los héroes.
"PARA TODOS Y PARA NADIE..."
...
No pretendas otear mi pensamiento
él tiene siglos y en mi cuerpo tiene
un sarcófago exiguo y un tormento
por eso solo a divagar se aviene.
No pretendas medirle...es un abismo
do de vértigo al caer te matarías;
es tu vértigo el convencionalismo
que el mundo opone a las ideas mías.
Mi modo de pensar, dí, te desola?
....
Que él con su muda paz es una guerra
que estimula el amor a los corazones:
Si los Dioses bajaran a la Tierra
no tendrían razón las religiones.
....
Ya lo sabes mi hipnótica rareza
no ha de ceder a tu melosa mano
yo he de vivir conforme a mi cabeza
núnca a la absurda del redil humano.
Prefiero ser un loco para el Mundo
y no con él esclavizar mis alas
así seré, del Sol hijo fecundo,
un viajero fulgor de los Walhallas.
José María César
Ruiseñores, 1913
Imprenta Beltrán y Rossi
WALHALLA: En la mitología germánica, especie de Olimpo griego al que solo podían acceder los guerreros y los héroes.
A UN IMPOSIBLE
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Y así en el horizonte de mis Soñares
te asomas y te ocultas inoportuna
maga Astarteh, que alientas en mis pesares
esa mística música que los mares
con sus dedos de plata hurta la luna
José María César
(Astarteh: la “Diosa activa” (fundadora del orden social) y por eso suele estar asociada con Baal, como indicaré en tres momentos. (a) Entorno semita, Ishtar, la gran diosa semita. (b) Trasfondo palestino, Anat. (c) Presencia bíblica: Astarté. Ishtar/Anat es una diosa del Adviento para judíos y c ristrianos. Ella no es signo total de Dios, pero nos indica un camino que podemos seguir…, un camino de integración cósmica y de sábiduría (imagen inferior), un amino de comporomiso y de lucha a favor de la vida (que es Balo), tal como aparece en la imagen superior. La llegada del Dios bíblico está precedida por la imagen de la diosa que vence a los poderes del caos y que ofrece la saiduría superior a sus devotos….Es la diosa total, que simboliza, sostiene y desvela los tres aspectos fundamentales de vida-amor, orden social y muerte, que aparecen así como expresiones de un mismo principio divino, como formas de un mismo fondo original sagrado. Frente a la lógica masculina de tipo más racionalista o unilateral (que actúa por exclusión y violencia) se eleva aquí la lógica de la totalidad femenina. El Dios patriarcalista de tipo masculino tiende a imponerse por medio de exclusiones, como Marduk, que mata a su madre (Tiamat) para reinar en su lugar, pero de forma impositiva. En contra de eso, Isthar vincula los diversos aspectos de la vida; no actúa por exclusiones e imposiciones, sino por inclusiones; en su divinidad pueden vincularse todos. http://blogs.21rs.es/pikaza/2009/12/05/ishtarastarte-y-baal-gran-diosa-pareja-divina/)
![]() |
Deodoro Roca |
"Dos cosas –en América y, por consiguiente, entre nosotros– faltaban:
hombres y hombres americanos. Durante el coloniaje fuimos materia de
explotación; se vivía sólo para dar a la riqueza ajena el mayor rendimiento.
En nombre de ese objetivo se sacrificó la vida autóctona, con razas y
civilizaciones; lo que no se destruyó en nombre del Trono se aniquiló en
nombre de la Cruz. Las hazañosas empresas de ambas instituciones –la civil
y la religiosa– fueron coherentes. Después, con escasas diferencias, hemos
seguido siendo lo mismo: materia de explotación. Se vive sin otro ideal, se
está siempre de paso y quien se queda lo admite con mansa resignación. Es
ésta la posición tensa de la casi totalidad del extranjero y esa tensión se
propaga por contagio imitativo a los mismos hijos del país. De consiguiente,
erramos por nuestras cosas, sin la libertad y sin el desinterés y sin “el amor
de amar” que nos permita comprenderlas. Andamos entonces, por la tierra
de América, sin vivir en ella. Las nuevas generaciones empiezan a vivir en
América, a preocuparse por nuestros problemas, a interesarse por el
conocimiento menudo de todas las fuerzas que nos agitan y nos limitan, a
renegar de literaturas exóticas, a medir su propio dolor, a suprimir los
obstáculos que se oponen a la expansión de la vida en esta tierra, a poner
alegría en la casa, con la salud y con la gloria de su propio corazón."
Roca, en la sesión de clausura del Primer
Congreso Nacional de Estudiantes
Universitarios, en Córdoba, en 1918
http://biblioteca.educ.ar
EL CANTO DE LA AMBICION - Autor: José María César
A Deodoro Roca

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