En su libro
Bialet cuestiona la idea que predominaba en el pensamiento positivista, que
dictamina sobre la clase trabajadora criolla considerándola ociosa: no estaba
en condiciones de participar de la gran aventura de construir un país
capitalista. La idea de Bialet era la construcción de un país moderno, tema que
nunca ha cesado en la imaginación política argentina y tendrá un epicentro en
los años del gobierno peronista, cuyos temas de fondo son el desarrollo, la
movilización social y una pedagogía comunitaria, basada en utopías de felicidad
pública, antiguo concepto jacobino al que el peronismo dotó de ciertos tintes
relacionados con el festejo de goce colectivo. El primer peronismo y sus
derivaciones posteriores reconocieron siempre a Bialet como uno de sus
decisivos antecedentes.Horacio
González, Bialet Massé y la idea del
trabajo nacional, La Ballena Azul, año
I, n°4. Dossier La Cultura del Trabajo, Octubre de 2015
“Son gigantes los hijos de un corazón gigante”. Gracián
[…] Bialet
Massé no fue simplemente el obrero industrioso, el lector y escritor
infatigable, el hombre poliédrico y multifacial. En el centro de toda su acción
había una rica sensibilidad que se traducía en un temperamento vivaz,
expansivo, pronto a la emoción y a la efervescencia de las ideas. Sus
contemporáneos lo consideraban no solamente dotado, sino principalmente
generoso. Se ve en toda su obra al español excelente, ex abundantia cordis, que se vuelca en la acción, en la
solidaridad, en la amistad. Quienes lo conocieron lo pintan como un hombre
desgarbado y descuidado en el vestir, bajo, grueso, de amplio tórax y cuello
corto, el tipo pícnico en fin, que halla su expresión anímica en el
temperamento sintónico. Agil, vivaz, movedizo, andaba siempre con las palmas
abiertas como buscando algo más que hacer. Compréndese bien que esta diferencia
con los doctores, prudentes y fríos calculadores, le atrajeran odios y envidias.
Bialet Massé que se entregaba sin reservas debía parecer sospechoso a los
abogados cautelosos, a los intelectuales estreñidos, a los políticos
aprovechados, a la gente de acción y mentalidad estrecha y mezquina. Solo
raramente aparecen en sus escritos rastros indicadores de esta lucha, pero
periodistas de la época me han relatado cómo este hombre excelente, mientras
escribía sus respuestas polémicas que la maldad e incomprensión ambiente le
ofrecían, lloraba silenciosamente de rabia […]
Toda su vida y su obra está estremecida por el amor a
la verdad y a la justicia, y no poco seguramente influyeron en ella sus años de
juventud y la lucha que en España sostuvo contra el despotismo y la corrupción
caciquil. Tanto como la versatilidad de su talento, cultura y don de hacer,
admiro en Bialet las virtudes del corazón que poseía en grado muy elevado!
Porque de ellas, substancialmente, nacieron su afán de hacer, sus deseos de
servir a sus semejantes, de contribuir a la grandeza de la nación que lo había
acogido con los brazos abiertos. Ya lo dijo Montaigne: Toute autre sciénce est
dommageable a celui qui n’a la sciénce de la bonté…”
Gregorio Bermann, Vida y obra de Juan Bialet Massé.
Conferencia dictada en el curso inaugural de Medicina Legal de la UNC en 1935 y
luego publicada en La Semana Médica (1939)
Los que
conocimos los antiguos Altos de Córdoba bajo su primitivo manto de pajonal
estéril, y la conventual ciudad donde no había más industria que el pan sobado
a mano y los confites de las monjas, podemos juzgar de los beneficios del
Dique. Todo, hasta el estado intelectual y moral del pueblo, cambió
favorablemente merced a esa obra. La luz, la civilización de la luz, digamos
así, que destaca a Córdoba como si fuese una ciudad de primer orden, el manejo
científico de la energía eléctrica, el mejoramiento de la salubridad con la
extensión de área cultivada y la consiguiente supresión de las polvaredas
debidas a vientos rasantes, que eran demonios de la muerte repentina; la
amabilidad de la flor en el comercio urbano –bajo ese aspecto era la ciudad
austera hasta la hurañía - ; la formación de parques y jardínes como el
Zoológico, que muchas ciudades europeas querrían para suyo, lo trajo la obra
del Dique. Gas y Aguas Corrientes fue el lema de aquellas
administraciones meritorias, aunque disipadas. Un día la ciudad ha de pagar
estos bienes con el monumento que debe a Casaffousth como lo debe a Juárez
Celman y a Sobremonte…Permítaseme rectificar en homenaje a los autores del
viejo Dique, entre los cuales merece especial mención el contratista Bialet Massé, una especie calumniosa para su
memoria. Me refiero al costo de cuatro millones quinientos mil pesos que fue el
de esa obra y que durante mucho tiempo se consideró, por su pretendida
enormidad, prueba fehaciente del consabido robo. No hubo tal. No tengo yo vinculación ninguna con aquellos hombres, a quienes
apenas conocí, ni me guía, en este trabajo allegadizo, así fuera el de hacer
méritos en mi provincia ante el sufragio universal, que no busco ni necesito;
solamente no puedo ver calumniado a un muerto, por la compasión que me dá el
saberlo inulto sin esperanza y por lo
mucho que me subleva el corazón la desatinada ferocidad de la turba.
Leopoldo Lugones
La Nación, Febrero
, 1917.
El dique
San Roque, de Córdoba, fue construido en el increíble lapso de veinte meses
durante la gobernación de Miguel Juárez Celman. Fue la obra de ingeniería
hidraúlica más importante realizada en el país y en Sudamérica en su época;
transformó la economía de Córdoba y puso un hito en nuestro desarrollo
energético. Esto ocurría allá por el año 1881. Medio siglo después los
cordobeses, todavía solían alarmarse cada vez que caían lluvias copiosas porque
se temía el derrumbamiento del dique. La campaña de calumnias y rumores que se
había desatado contra Juárez Celman y la empresa contratista perduraba en las
mentes de la población. Se decía que el contratista – Juan Bialet Massé – y el
ingeniero proyectista – Carlos Cassaffousth – se habían quedado con parte de
los fondos públicos destinados a comprar materiales y que, por lo tanto, el
dique no era sólido. Bialet Massé, catalán de origen, radicado desde su
juventud en la Argentina y casado con una nieta de Francisco Narciso de Laprida, y el ingeniero argentino
Cassaffousth, autor también del ferrocarril trasandino, sufrieron un año de
prisión con motivo de esta acusación infame. En una carta drámatica escrita por
Bialet-Massé al doctor Juárez Celman, que ya había cesado en su mandato
gubernativo, se leen estos párrafos:
“ Le escribo desde el Departamento de Policía,
donde estoy preso por el crimen de haber construido el dique. Con la frente
alta y dispuesto a sufrir las consecuencias de haber emprendido y llevado a
cabo esa obra, le garantizo por mi honor que el dique es bueno…” “Lo que
conmigo se ha hecho es brutal y ha sido porque hay el propósito deliberado de
derribar el dique para que no quede nada que venga de Juárez Celman. ¡Bárbaros!
No saben que la ingratitud es la peor de las manchas. Esa obra sobrevivirá a
los años y ese laurel no podrán arrancarlo de su frente y de la mía, en lo poco
que me toca…” “Se repite que el dique no sirve y que no hay otro remedio que
deshacerlo. Eso me mataría…” “ Le ruego que no pida y no haga nada por mí, pero
le pido hago todo que esté a su alcance para que se conserve el dique.”
[…]
La historia reivindicaba a los
constructores del dique San Roque y una ciudad cordobesa lleva el nombre del
esforzado español que prefería la cárcel a la destrucción de su obra.
Recordamos este episodio como uno de los
tantos ejemplos de la sempiterna ofensiva reaccionaria contra los pioneros del
progreso nacional. No ha habido hazaña –militar, política, económica,
cultural- de trascendencia para el afianzamiento de nuestra nacionalidad y el acrecentamiento
de su patrimonio espiritual y material, que no haya sido objeto de las más irresponsables campañas de
difamación tendientes a invalidarlas, menoscabarlas o postergarlas.
Durante
los solitarios meses de mi confinamiento en Martín García, regresé a las
abandonadas lecturas de nuestra historia patria, tan coherente en su apariencia
turbulenta y contradictoria, que los hechos de hoy conservan asombroso
parentesco con los de antaño. En todo tiempo, quienes quisieron empujar el país
hacia adelante fueron acusados de mala conducta administrativa, de cohecho y
malversación. Como también a mi gobierno se le habían formulado idénticos
cargos, me propuse trazar esquemáticamente esa constante que podemos llamar “de
la calumnia” y que en mi caso se había cebado no tanto en mi persona, a la que
algunos adversarios generosos eximían de culpa, sino en mis más cercanos y eficientes colaboradores y ,especialmente,
en Rogelio Frigerio y sus amigos. Con lo cual, los críticos más benignos me
perdonaban la vida sin razón, pues nada hicieron en mi gobierno los
“frigeristas” que no fuera fruto de la más estrecha y leal deliberación con
quien asumía entonces y ratifica hoy la responsabilidad ejecutiva.
Arturo Frondizi
Estrategia
y Táctica del Movimiento Nacional
(Cap.
Cuarto. La corrupción, pretexto para derribar gobiernos populares)
Editorial
Desarrollo , 1964
En 1903, Juan Bialet Massé escribió un libro titulado La responsabilidad civil en el derecho
argentino, donde con esfuerzos de dialéctica, el autor habla de nuestro
Código, como del más grande monumento de la legislación moderna, que se
adelantó medio siglo a su época, sosteniendo al mismo tiempo que el doctor Velez
no legisló especialmente los accidentes del trabajo, con el nombre de tales,
pero dio las reglas de la responsabilidad civil de un modo tan completo y
preciso, que “todos los casos de todos
los objetos del derecho se hallan expresamente resueltos de un modo cabal”.
Bialet Massé, que admiraba con exceso a
nuestro codificador, era un espíritu generoso y patriota. Su libro fue escrito
en 1903 y en esa época no se había dictado todavía ninguna ley del trabajo en
el parlamento argentino…Bialet Massé, sabía
que era necesario crear el alma nacional para formar nuestro pueblo; por eso alarmado frente a la gran masa
extranjera, que traía, sin embargo , elementos étnicos y procedimientos
políticos adelantados, predicaba el amor a la tradición argentina y como no
había leyes tuitivas de la clase trabajadora, violentaba generosamente los
preceptos del Código y encontraba en ellos los principios más adelantados del
nuevo derecho que surge como consecuencia de transformaciones económicas que no
se habían producido entonces, ni podían preverse. Prueba de lo que afirmo
respecto del generoso pensamiento de Bialet Massé son estas palabras con que él me
dedicara su libro en 1904 cuando por primera vez levantaba su voz en el
Congreso argentino un diputado socialista, palabras que recordaré siempre y que
acaso tuvieron alguna influencia en mi orientación dentro del movimiento de los
trabajadores:
“ Yo me consideraría feliz si
pudiera despertar en la juventud el amor a la tradición argentina, para que
imprimiera al movimiento socialista actual la marcha que corresponde a esa
tradición que es buena. El doctor Velez Sarsfield fijó los rumbos. ¿ Por qué ir
a buscar en otras razas y en otras tierras lo que será de difícil adaptación al
pueblo argentino?”
Alfredo L. Palacios
El Nuevo
Derecho
Editorial
El Ateneo, 1928
La
lucha por las reservas en la Argentina fue protagonizada especialmente por las
compañías inglesa y norteamericana, que ya entonces se disputaban el petróleo
árabe (…) En comparación con la figura de Lawrence, Jorge Newbery resulta un verdadero héroe de la
defensa de los recursos naturales de uno de los países colonizados. Esa
práctica tan negativa de impedir la extracción de un recurso natural, no solo
se impuso contra nuestro petróleo, Antes de 1907 Argentina ya había sufrido la
presión “globalizadora”, por haber utilizado, por primera vez en la región, cal
y cemento argentinos en el dique San Roque, que sustituyeron a la cal inglesa y
al cemento francés. Este dique fue, en su tiempo, el decimosegundo más alto del
mundo y el primero en volumen de embalse.
A pesar de los presagios de los importadores locales y los exportadores de
Europa para asustar a la población cordobesa, el dique núnca se rompió. Pero
esos intereses lograron llevar a la cárcel a… Bialet, hasta que la justicia lo
liberó reconociendo la injusta persecución sufrida.
Fernando “Pino” Solanas y Félix
Herrero
Estudio preliminar
El
Petróleo
Jorge
Newbery y Justino C. Thierry
Coedición
Biblioteca Nacional – Ed.Colihue 2007
A siete leguas al este de la capital
provincial, está construyéndose actualmente un dique colosal para atajar las
aguas del Río Primero, convirtiendo su cauce en un lago artificial, con un
depósito que alcanzará a doscientos cuarenta millones de metros cúbicos…los
materiales son de granito y de cal hidraúlica de la fábrica del doctor don Juan
Bialet Massé.[…]
El ingeniero director de la obra y autor
del proyecto es el señor don Carlos Cassaffousth, ingeniero formado en Europa,
y el encargado director de la ejecución el señor don Anselmo Laso, ex alumno de
la facultad de ingeniería de Buenos Aires y del Colegio del Uruguay. […]
La
idea primordial pertenece al doctor Juárez Celman, actual Presidente de la
República y ha encontrado muchos opositores como todas las ideas progresistas:
los opositores pretendían y pretenden, que importa un peligro para la ciudad de
Córdoba, que la obra no ofrece las condiciones de solidez requeridas, etc.,
etc. El señor Cassaffousth ha combatido victoriosamente todas las objeciones y
ha ido adelante […]
El dique de San Roque debe ser inaugurado
próximamente por el presidente de la República: será indudablemente una
solemnidad interesante, aunque no fuese más que por lo pintoresco de la
localidad. Ya actualmente es un cuadro curiosísimo el que presenta el aspecto
de este taller engolfado en esa garganta de rocas salvajes; esas carpas y esas
barracas de madera ó de hierro galvanizado desparramadas sobre el declive de la
montaña, esas máquinas de vapor que lanzan sus penachos de humo sobre las moles
de granitos, esas casitas colgadas en las rocas como nidos de águila, esas
mulas que suben y bajan con sus pesadas cargas, esas cabras que brincan entre
las malezas, todo ese hormiguero de hombres y de mujeres que se mueven en todas
direcciones hasta que la campana de la administración les llama a la comida y
al descanso, mientras siguen retumbando las explosiones de los barenos, como si
la montaña se hubiese convertido en un volcán, y todo aquello dominado por el
firmamento azulado de la bóveda celeste, con la perspectiva lejana de la
cordillera que cierra el horizonte y del río que va serpenteando perezosamente
entre los sauces llorones, mientras venga el momento de hacerlo trabajar en
beneficio de la humanidad.
¡ E pur si muove ! El progreso se
abre paso en todas partes, aún en la tierra de las preocupaciones góticas,
donde la sociedad aletargada, hipnotizada por el misticismo, perdió tanto
tiempo en oraciones y procesiones.
Alejo Peyret
Una visita
a las Colonias de la República Argentina
Les
hacemos llegar esta suscinta comunicación con el objeto de informarles que en
los días subsiguientes visitará las instalaciones mineras un enviado del
gobierno argentino, el señor Juan Bialet Massé. Hemos intentado desanimarlo
acerca de la conveniencia de realizar el ascenso hasta las cumbres del Famatina
pero nuestro consejo no fue escuchado. El funcionario en cuestión se obstina en
emprender esa marcha pues desea recorrer nuestras minas con el fin de
informarse sobre las condiciones de vida de los trabajadores por nosotros
empleados…Les rogamos sepan recibírlo
con la cortesía que debe distinguirnos. Sin embargo, dada la pretensión
de este señor en entrometerse en asuntos que son de nuestra exclusiva incumbencia, nos vemos
obligados a sugerirles, a disgusto, que hagan
lo posible para que este celoso funcionario comprenda que si nuestra
empresa es extranjera en esta Nación, él es extranjero en nuestra empresa.
The Famatina
Development Corporation
Of. Ctral – Chilecito, La Rioja
Esquela
dirigida a los ingenieros Powers y Koch, 1904
Trímboli, Javier , Mil Novecientos Cuatro. Por el
camino de Bialet Massé. Ed.Colihue, 1999
Habiendo finalizado en el día de la
fecha la visita del enviado del Gobierno Nacional, el señor Juan Bialet Massé ,
nos parece oportuno ponerlos al tanto de los resultados de la misma. Creemos
haber cumplido con la recomendación que en su momento se nos hizo llegar
respecto del trato que este funcionario merecía, aunque lamentamos tener que
informar que ha habido más de un malentendido que pudo haber ensuciado el buen
nombre de nuestra empresa. En efecto, luego de recorrer las instalaciones
mineras con una parsimonia que logró exasperar a nuestros ingenieros y
capataces más sosegados, el señor Bialet Massé lanzó sobre nosotros un rosario
de objeciones que sólo enunciaremos. La primera queja se refirió a la situación
de los caminos que conducen hacia los sucesivos refugios. Sugiere, a través de
una proposición que hace dudar sobre el buen estado de su salud mental, que los
mismos tendrían que estar dirigidos por
una tropilla de trabajadores provistos de un juego de banderas, tales como las
que se usan en los ferrocarriles. Se mostró indignado por la condición del agua
que se bebe en las minas; sus exabruptos llegaban a acusarnos de asesinos.
Sufrimos la desavenencia de que encontrándonos en su compañía e internados en
la mina, una fuerte corriente de aire impuro apagara todos los candíles que los
obreros portaban, dejándonos a oscuras por varios minutos. En su momento nada
dijo pero, de retorno al refugio, nos increpó que era incomprensible que una
compañía que tanto capital estaba invirtiendo y que tanta ganancia recogería de
estas montañas, eludiera gastar la suma irrisoria que se paga por las lámparas
de minero. Los accidentes son su obsesión ; los veía por todos lados y aunque
nosotros no hayamos hecho mención a ninguno de los pocos que hemos sufrido,
tenemos conocimiento de que algunos obreros sí le informaron al respecto.
Cuestionó nuestros salarios diciendo que el trabajo en circunstancias tan
difíciles debía ser remunerado en consonancia. Se mostró partidario de que la
jornada laboral se hiciera más reducida, aduciendo que en las alturas el cuerpo
necesita de mayor reposo para reponerse. Otra de sus exageraciones – la única
que hizo imposible que la sonrisa no se dibujara en nuestros labios – consistió
en llamar a nuestros trabajadores “héroes de la civilización”, “águilas del
progreso”. Confesamos no entender aún qué es lo que vió en estos obreros pero
su intención era clara: tendríamos que retribuírles la paga que los héroes, si
acostumbraran cobrar, merecerían. Por último, se empeñó en demostrarnos que la
carga que transportan los apires no debería superar los veinticinco kilogramos
dentro de las minas y los treinta y cinco fuera de ellas. Fue el único momento
en que contravenimos la sugerencia que se nos había hecho y ganados por el
fastidio que tanta intromisión genera –y más aún cuando es en temas que la
tradición y la experiencia sanciona indiscutiblemente a nuestro favor-, nos
engolfamos en una discusión prolongada. Nos engolfamos porque, efectivamente,
fue así; se nos hizo imposible correrlo de su posición y finalmente aceptamos,
para su beneplácito, la superioridad momentánea, se entiende, de su postura.
El proceder que seguimos fue el
que se deja ver en las líneas precedentes, aunque evitando el momento de la
confrontación. Nos mostramos dispuestos a aceptar todo lo que nos enseñó y
firmemente interesados por los problemas de la legislación laboral. Solo le
advertimos que nuestra decisión de enmendar tanta “injusticia” necesitaba de
tiempo y que comprendiera que esa situación que nosotros recibimos como
herencia, sólo se podrá resolver a través de reformas paulatinas. Hasta hicimos
nuestro, al menos por unos minutos, su lema de que “No hay trabajo más caro que
el trabajo barato”. Para que su contento sea seguro, ordenamos que, ante sus
ojos y en la mañana en que emprendería el descenso, jarrones con agua pura fueran llevados hacia las minas. Se mostró
convencido de nuestra buena disposición aunque demás está decir que por las
anotaciones que tomaba – y a las que tuvimos acceso gracias a uno de sus
descuidos - , lo que informará al Gobierno Nacional sobre nuestras
instalaciones no nos va a ser en mucho favorable. Sus exigencias
desproporcionadas son el único malentendido que empañara el nombre de nuestra
empresa. Es evidente que, en su necedad,
cree posible que una mina se vista de palacio para el disfrute de los
trabajadores.
De todos modos, coincidimos con vuestra
evaluación de que nada de lo que este hombre alienta tendrá oportunidad de
prosperar. El mismo nos hizo saber la escasa ayuda que había encontrado no solo
de parte de los patrones de los establecimientos que había visitado, sino
también de los funcionarios provinciales. Les rogamos sí, tengan a bien elevar
una queja a las autoridades gubernativas que consideren competentes, por el
ánimo indisciplinado que esta inspección sembró entre nuestros trabajadores. Es
incomprensible que un funcionario del Gobierno Nacional, gobierno que tan
solícito se ha mostrado ante nuestras necesidades, llene de odio la cabeza de
los obreros a traves de conversaciones que, inexplicablemente, reclamaba hacer
sin nuestra presencia y que se prolongaban durante largos minutos. Sabemos que
los alentó incluso para que se unieran en sindicato y para que reclamaran al
Gobierno Nacional por el cumplimiento de leyes que, según les decía, ya figuran
en el Código de minas pero que nosotros pasamos por alto o infringimos.
Atte, Ingeniero Juan
Koch”
Carta dirigida a The Famatina Development Corporation ,
1904
Trímboli, Javier , Mil
Novecientos Cuatro. Por el camino de Bialet Massé. Ed.Colihue 1999
One of the show
places, in the vicinity of the city, is the great Dique San Roque. It is an
immense reservoir which supplies energy for the light and power used in
Córdoba. Besides this, it furnishes water enough to irrigate a quarter of a
million acres of land. One cannot be long in Córdoba before being asked, “ Have
you seen the Dique San Roque?” If the answer is in the negative, one is
immediately told, “Ah, you must see the Dique. It is the largest body of water
which has ever been stored by man.” The dam was constructed by French engineers
and holds nearly nine million cubic feet of water. This huge reservoir and the
immense light and power plants operated by it are in marked contrast to the
quiet old city which retains so many of the peculiar features which
distinguished it during early colonial times.
J.A.Zahm
Through South America’s Southland with an account of
the Roosevelt scientific expedition to South America
1916
Pero
parece que una ley implacable pesara eternamente sobre los precursores de la
verdad científica para convertir en castigo la recompensa y el merecimiento;
como si la gloria humana no pudiera alcanzarse sino por el camino de la
persecución o del presidio.
Era,
pues, indispensable, que los constructores del dique de San Roque, descansaran
de sus labores bienhechoras a la sombra de un calabozo en las cárceles de
Córdoba! Allí pasó mi defendido trece meses asistiendo a la ruina de su
posición y de su crédito, y soportando el cargo de defraudador de la renta
pública que le imputaba el gobierno de la provincia de Córdoba, fundado en informes
del señor Stavelius…Se ve, pues que Don Federico Stavelius no tiene diploma
expedido ni revalidado en las facultades de ciencias físicas ni matemáticas de
Córdoba, ni tampoco en la de Buenos Aires, ni tampoco en la escuela Nacional de
Minas de San Juan. Total, el Sr. Stavelius no es ingeniero en ninguna parte,
por lo menos no es ingeniero ante la ley argentina, por más que los Gobiernos o
las complacencias de la profesión, lo hayan elevado hasta Vicedirector del
Departamento de Ingenieros o actual ingeniero jefe de las obras de Salubridad.
Será jefe pero no es ingeniero.
Roque
Saenz Peña
Derecho Público Americano: Escritos y Discursos,1905
La
primera huelga en que me fijé con especialidad fue la de los estibadores del
Rosario en 1901.Justa a más no poder ser, en el fondo, puesto que reclamaban
disminución de horas de trabajo y aumento de sueldo, teniendo en tan rudo
trabajo la jornada de sol a sol, con bolsas de 100 y más kilos y un jornal de
2,50 a 3 pesos, que no les alcanzaba para comer.[…]
Los
patrones, por su parte, estaban resueltos a mantener sus expoliaciones, y
celebraron varias reuniones, en las que tampoco escasearon los calificativos;
decían que estaban amparados por la ley y contaban con la policía; pero el jefe
político no entendía que debía ponerse al servicio de una parte y en contra de
la otra, y sí mantener el orden; y oí a un buen señor alemán que me dijo que la
policía no servía para nada, que el jefe político estaba con los anarquistas,
que era una trompeta y tal sarta de disparates, que me hizo el efecto de un
libertario con el saco dado vuelta; creo que estaba indignado de que yo no le
hiciera coro, y se quedó estupefacto cuando le pregunté: y dígame, señor, tan robusto y fortacho
como
es usted, ¿ha cargado usted alguna vez una bolsa de 100 kilos?
–no, me contestó, pero eso ¿qué tiene que
hacer en la cuestión?
Pues
vea, yo sí la he cargado y llevado como veinticinco pasos; todavía me duelen
los hombros y el pecho y las piernas y el alma cada vez que me acuerdo, y han
pasado veinte años; cargue usted una, ande si puede diez pasos, y después me
contará si los estibadores tienen razón de negarse a cargar de sol a sol
semejante peso.
-¡Oh!
Pero usted y yo no somos esas bestias que no sirven para otra cosa que para
cargarlos.
El buen señor se fue convencido de que la Bolsa del
Rosario tenía un abogado libertario, un anarquista peligroso”.
Juan Bialet Massé
Informe sobre el Estado de las Clases Obreras
Argentinas
Vol II,
Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires
2010
Yo creo que es bastante complicado todo ese
período del 80. Porque a mi juicio ha habido una influencia del Nacionalismo
Clerical de liquidar a la generación del 80’ diciendo que son extranjerizantes
y listo. Algunos de ellos eran extranjerizantes pero había otros tipos que
tenían una visión bastante avanzada en algunas cosas. Incluso Carlos Pellegrini
que se lo recuerda como fundador del Jockey Club. Ademas Carlos Pellegrini
planteaba que el sistema social que está organizado no puede funcionar porque
provoca un conflicto entre patrones, empleados y obreros. Y que entonces, lo
mejor sería crear una propiedad social. Hizo un artículo, que no sé que ha
provocado en ese momento…En ese artículo precisamente está hablando de
socialismo.Incluso Ugarte empieza a escribir en El País que era propiedad de
Pellegrini. Y yo creo que con Bialet Massé pasa lo mismo.
Bialet Massé era un tipo
muy avanzado, que se anima a hacer el asunto del Dique San Roque en Córdoba,
que provoca un gran escándalo porque la iglesia de aquel tiempo considera que
era intentar modificar lo que había dispuesto Dios de que un río fuera por tal
lado. Y entonces hicieron unos líos tremendos diciendo que iba a haber sanción
divina. Fueron detenidos Cassafousth y Bialet Massé. Y resulta que el dique se
hizo bien, paso por toda una serie de problemas temporales y se logró sin
ninguna dificultad. Yo digo que hay gente que estaba en offside. Es decir con
respecto a su época estaba en offside políticamente. Es decir, estaban más
adelantados que la pelota, por lo tanto tenían problemas. Pero la tarea de
investigación que hace Bialet Massé es muy importante. Después lo mandan de
nuevo a hacer otra tarea de investigación, y de ahí sale un código de trabajo
que lo presenta al Parlamento el Ministro del Interior Joaquín V. González.
Norberto
Galasso
Conversaciones
sobre lo público. Entrevista a Norberto Galasso. Revista de Debate Público
n°2 , 201
Se
Cordoba sí é meritato l’epiteto di “dotta” di “Roma Argentina” per le sue
tradizioni di studio, di civiltá, di progresso scientifico, essa merita ora
quello di “ardita” per due grandiose imprese che seppe effettuare. Ne vo’
parlare.
Bisogna
sappere che il Rio Primero, bagnando Cordoba, andava a versare le sue acque,
infruttuosamente, specie nelle epoche delle crescenti, nei terreni arenali del
mar Chiquita, a nord-est della cittá; mentre, invece, vastissime zone di
terreno, a nord e a sud di Cordoba, rimanevano aride e infruttuose, a causa
della siccitá. A circa 50 chilometri da Cordoba, ad ovest, esisteva la valle di
San Rocco, dove i due fiumi, rio San Rocco e rio Cosquin, unendosi, formavano
il Rio Primero. Questo fiume dopo di aver attraversato una parte della valle,
indi strette e pittoresche gole di monti, passava, come dissi, per Cordoba e
andava a versarsi nel mar Chiquita.
Si tratava, adunque, di
profittare dell’abbondanza d’acqua del rio Primero, formando della valle di San
Rocco un gran bacino, un lago artificiale, onde, colmezzo di canali irrigare le
su accennate zone di terreno che languivano per mancanza d’acqua. Cosí ideata
l’opera idraulica, ardita e geniale, essa fu eseguita in cinque anni di lavoro
e costó circa 10 milioni di franchi. Mi recai a visitare quel lavoro ciclopico.
Si va
fino alla ex_valle di San Rocco in vettura. Lici si trova dinanzi ad un lago
artificiale, il piú esteso che asista al mondo, avendo una capacitá di 250 milioni
di metri cubici d’acqua: quello di Liverpool ne contiene soltanto 70 milioni…
[…] In
una mezz’ oretta di navigazione, si giunse ad una stretta gola di monti, dove
si presentó alla nostra vista una diga colosale, biancheggiante sullo sfondo di
quel verde panorama.
Con
quella diga, senza togliere al Rio Primero il suo corso regolare d’acqua, se ne
arrestarono le piene, concentrandole nella valle e formando il lago San Rocco.
La diga é lunga 160 metri, alta 37 metri, larga alla base 50 metri: sopra di
essa si passeggia cómodamente.
Nel mezzo, rivolto verso il lago,
sorge un busto del dottor Juarez Celman, ispiratore del lavoro. La diga sta a
184 metri sopra l’osservatorio di Cordoba il quale é a 30 metri sopra il
livello della cittá di Cordoba. Nel suo fondo la diga é attraversata da un
grandioso tubo, dal diametro di 1,14 metri, da cui, col mezzo di congegni
meccanici di facilissimo maneggio si lascia passare la quantitá d’acqua di cui
si abbisogna. L’acqua del lago passando attraverso quel tubo con inmensa violenza, produce una
forza motrice di 2000 cavalli ché verra, col tempo, sfruttata a scopi
industriali.
Cosi il
Rio Primero non sciupa piú indarno le sue acque, ma scorre modestamente tra
monti fino all’ altra diga di Mal Paso, a circa quaranta chilometri da San
Rocco, dove col mezzo di altri congegni
idraulici l’acqua é ripartita ai due grandi canali artificiali
d’irrigazioni, uno in direzione nord,, l’altro in direzione sud […] 50,000
ettari di terreno venero ridati alla
vita, alla vegetazione, alla fertilitá.
Un nuovo
tronco ferroviario che parta da Cordoba, rasenta il letto del Río Primero fino
al lago San Rocco e arriva fino a Cruz del Eje. Quando será terminato, il lago
San Rocco diventerá il ritrovo prediletto estivo delle high-life cordobese. Su quei lavori ferroviari sono occupati, quasi
esclusivamente, operai italiani: e
operai italiani eseguirono
pure i lavori piú difficili della sudetta opera idraulica.
Nel
ritorno dalla diga, attraversando il lago, vidi sorgere sopra il livello
dell’acqua, una croce bianca di pietra. É la croce del campanile della chiesa
di San Rocco. Nella valle, ora lago artificiale, il piú pittoresco che si possa
immaginare, esistevano due o tre paeselli, con almacenes, pulperias e con una
piccola chiesa dedicata a San Rocco. Tutto ció sta ora sommerso sott’acqua, per
sempre. Cosi volle l’uomo, usando violenza alle leggi di natura”
Giuseppe Modrich y su
descripción de la obras de riego del Dique de San Roque en: “Repubblica
Argentina. Note di viaggio” , 1890
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